MIRADAS AL PASADO
de Rosa G. Panera.
Yo era
joven y curiosa. Viajaba en un tren que a mí me parecía misterioso y rápido. Me
dolían los ojos de mirar queriendo verlo todo. La locomotora como si estuviera
asmática respiraba con dificultad y la marcha del tren se había reducido
bastante, cuando entramos en los túneles. Eran negros, asustaban. Pero de vez
en cuando se abría una ventana y todo se llenaba de luz. Allí abajo, aparecía y
desaparecía un valle verde, salpicado de casitas, con un río de plata que
serpenteaba entre los árboles y que a mí me pareció el paraíso.
Muchos
años después y por motivos familiares, llegué a Villasana de Mena y me di
cuenta de que era uno de los pueblitos que se encontraban en aquel precioso
valle avistado apenas en aquel viaje. He vivido en la calle de El Medio siete
estupendos veranos. Durante ese tiempo he aprendido a amar a este pueblo. Por
eso cuando leo u oigo a alguien hablar de él, me siento aludida y parte de
cualquier logro que lo engrandezca.
Montse
me ha invitado a escribir unas palabras para hablar de Fotos Antiguas de Mena.
Yo no tengo imágenes de antes, sí algunas de ahora que he sacado durante mis
paseos. Pero puedo contaros cosas que pienso y siento. Por ejemplo que me
parece una gran suerte que haya personas que se ocupen y preocupen de reunir
los recuerdos de un pueblo, la historia diría yo, de manera desinteresada y de
ofrecerlo a los habitantes del mismo en una exposición que seguro ha de causar
emoción y sorpresa y será motivo de conversaciones entre los vecinos, recordando
tiempos y situaciones y sobre todo personas que ya desaparecieron.
Cuando
llegaba septiembre y aparecían en la Bodeguita del Medio los anuncios de las
actividades para el invierno, me decía que no habría tiempo para aburrirse,
suponiendo que no se tuvieran muchas ocupaciones de otro tipo. Me maravillaba,
por ejemplo, que un pueblo, relativamente pequeño contara con un cine que,
además, daba películas modernas. Que hubiera conferencias sobre la Historia y
los Meneses, las daba un catedrático de Madrid además, u otras sobre Historia
de la moda, o sobre el uso del abanico, dadas por otra catedrática también de
la capital. Exposiciones de pintura o fotografía y conciertos de cámara en la
vieja capilla de Santa Ana. Los grupos de folclore que se celebran a mitad de
verano, son un lujo que además, consigue que el pueblo se reúna.
Y otras
actividades que sigo por la Red que me parecen fantásticas y un ejemplo.
Ahora
ya no voy a Mena, la vida cambia y hay que ir a donde ella nos lleve. Pero sigo
sintiendo al Valle y sobre todo a Villasana como algo que me pertenece un poco.
Y además he dejado por sus calles, plazas y piscinas lo que más quiero: mi
nieto Eneko, mi hija Mónica y mi hijo Santi.
Así que
os invito a disfrutar de esta exposición y de vuestro pueblo. Los que lo amáis
sois los encargados de cuidarlo y hacer que se conozca, porque está rodeado de
belleza e historia. Pero de eso hablaremos en otra ocasión.
Rosa G.
Panera
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